Arcadia
Que el canto del gallo te despierte a las seis de la mañana tras un silencio nocturno inexistente en el mundo urbano, resulta bucólico. Que siga cantando hasta las nueve y media, te recuerda la tradición francesa de cocinar las crestas y ponerlas para almorzar.
Etiquetas: arcadia, bucolismo, crestas, Gallos
Este artículo fue publicado el jueves, 26 agosto 2010 a las 20:12 y archivado en Acontecimientos varios de la vida personal. Puede seguir los comentarios de esta entrada a través del RSS 2.0.
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