El retorno de Hank Moody
domingo, 3 junio 2012I’m a writer. I think, I type, I drink.
¿Por qué lo quieren comparar con Bukowski ficcionado?. Oh. Siempre, oh.
I’m a writer. I think, I type, I drink.
¿Por qué lo quieren comparar con Bukowski ficcionado?. Oh. Siempre, oh.
Tonight Tom Kapinos broke my heart.
Poner She’s Like a Rainbow muy alto y cantar o hacer que canto.
Empezar de una vez a ensayar y aprender de memoria el speech del día de San Crispín.
Sentarme a escribir pensando que todo me saldrá como a Hank Moody. O Tom Kapinos, para el caso.
Redactar un ensayo contra la pena de muerte. Corrijo: más bien redactar la sensación que me produce pensar que se mata al mismo miserable inocente que mató a alguien en el mismo estado de miseria inocente y que, por tanto, se es tan cruel como todo lo que desprecias: matar a un miserable inocente que es lo que crees que no se puede hacer.
Preguntarme por qué de repente quiero escribir eso.
Tirar todo por la ventana como un acto simbólico, sólo para continuar más intensamente.
Releer «Alicia en el País de las Maravillas». Y fijarme especialmente en Humpty Dunty.
Consecutivamente, releer Alicia Anotada de Martin Gardner.
(verdaderamente: lo interesante era dejar anotado todo lo que pasó subitamente en mi mente desde que recogí el cacharro vacío de las palomitas y lo dejé en el fregadero. por la razón que sea)
…confesaron los indianos que True Blood resultaba, finalmente, una decepción. Ju, ju. Desarrollé una defensa apasionada de Californication que, seguro, fue vista con toda sospecha como un desviacionismo golfo de un servidor de ustedes. Pero no, no: en el fondo es un canto romántico.
(Y, como en el viejo relato que pregunta al barbudo si duerme con la barba por encima o por debajo de la sábana y queda condenado a no dormir probando una u otra alternativa, quedarán condenados a pensar si la tienen que ver o no la tienen que ver. Caray, qué ingrato es el destino)