Como tontos
Una amiga susurra que «el discurso de nuestros politicos me recuerda cada dia mas a la historia de los Reyes Magos» y le pone una de esas etiquetas para proseguir la conversación: #comotontos. «Como la publicidad», le digo yo. ¿Hay diferencia entre publicidad y discurso político? Ah, que hubo un tiempo que se llamaba propaganda y no era ni siquiera una palabra con significados malvados, sino que hasta los ministerios añadían su nombre con total honorabilidad. Propaganda, publicidad y políticos tienen por objeto comunicar a las masas, que viene a ser casi lo mismo que sujeto revolucionario (he dicho casi). Para ser tenido en cuenta por las masas, el mensaje debe captar la atención del mayor número de personas posible, y eso debe tener en cuenta su capacidad mínima de comprensión. Es decir, debe ser para todos, incluidos los tontos. Ignacio Ramonet, ese gran manipulador, gustaba de decir que la realidad para ser entendida – y, por tanto, comportarse uno con la lógica esperada de una democracia – requería de esfuerzo y dedicación por quien quisiera entenderla: si las familias no aprendieron a programar un VHS a pesar de que les daba autonomía (¿un grado de libertad?), ¿qué esperanza podemos tener?. En busca de remedios, por descarte se llega a que cada uno se busque la vida, algo que no supone mirar sin volverse (más) tonto a La Esteban. Como consejo, apaguen la televisión. Que el mundo cambia.
Etiquetas: comunicacion de masas, políticos, propaganda, qué espanto, tele
29 diciembre 2010 a 8:21
Enlazar a La Esteban vía wikipedia le concede un sentido de inmortalidad: no vaya a ser que su web personal desaparezca, lo que visto con la rutina de la indignación habitual, será saludado como deseable. Francamente, me importa una higa. Clark Gable decía don’t give a shit en Lo que el viento se llevó. Que, de paso, también sería cultura de masas.