Ciencia Ficción Contemporánea (VII)

Un viejo y reputado guionista de la industria de la televisión norteamericana recibe la visita de unos cordiales caballeros encorbatados. Dicen representar a una subsidiaria de una gran compañía de entretenimiento rusa. La compañía quiere introducirse en el mercado global a partir de los Estados Unidos y posicionarse en narrativas emergentes: ARG’s, juegos sociales, vídeo online y todas las cosas que pueda añadir. El encargo sería el desarrollo de una trama de misterio en la que una serie de personajes que se relacionan a partir de redes sociales se proponen construir relaciones de forma que vayan agregando persona tras persona para que, al final, y gracias a los famosos seis grados de separación, puedan relacionarse con el jefe de gabinete del Presidente de los Estados Unidos.

La trama de misterio se genera porque uno de los promotes es, en realidad, un personaje ficticio creado por un gobierno extranjero con la intención de romper la relación virtual y llevarla a la relación personal. El gancho es la afición del jefe de gabinete por la cetrería y el entrenamiento de aves. El guionista, que está arruinado tras haber perdido casi toda su fortuna en el escándalo Madoff (algo que sí saben sus interlocutores pero que en ningún momento lo harán saber) tendrá que crear una biblia con los personajes y sus biografías, contratará un equipo para ayudarle en la creación y  contratación de proveedores para el desarrollo de todos los instrumentos técnicos del juego, el mantenimiento de los perfiles sociales y la paulatina evolución de la trama.

Los visitantes simulan una cierta dificultad para alcanzar el presupuesto pero, finalmente, entregan todos los recursos que pide el guionista. La trama multimedia arranca con éxito entre públicos de culto y se desarrolla durante meses con cierta normalidad. El retorno a la paz financiera ha reequilibrado su vida y se sorprende a sí mismo de su fuerza creativa para construir los personajes. Hasta que empieza a sospechar que sus tramas y personajes se están replicando en la vida real. Sólo son dudas al principio, la sensación de que una serie de fans juegan a crear un mundo paralelo. Pero un seguimiento intensivo le hace descubrir que, con nombres y ciudades de residencia cambiadas, aparecen personas reales que están construyendo sus diálogos y acciones siguiendo pauta por pauta su narración. Un usuario amparado en un nick ambiguo empieza a aparecer en esos diálogos cada vez con más frecuencia. En ese punto empiezan a producirse desviaciones de su trama, pero únicamente cuando este personaje aparece.

No tardará en descubrir que tras el usuario anónimo quien se esconde es el verdadero jefe de gabinete del Presidente. No es la cetrería, es el gusto por cultivar y coleccionar cactus de las más extrañas especies, una afición adquirida para soportar la política. Que sea una mujer la que profundiza en el intercambio de mensajes  y genere afinidad y provocaciones afectuosas le hace pensar. Convence a los rusos de dar un giro a la experiencia y obtine presupuesto para que una agencia de casting localice ciudadanos reales a los que convertir en nuevos personajes. Con ello logra una tapadera para que un detective amigo se involucre en el proceso e investigue las relaciones detrás de la mujer afectuosa y el jefe de gabinete escondido tras el pseudónimo. El detective logra localizar y trazar la mujer hasta que llega al abogado de los rusos.

2 Respuestas a „Ciencia Ficción Contemporánea (VII)“

  1. Isabel Dice:

    Continuará (supongo).

  2. Gonzalo Martín Dice:

    Bueno, la continuación es para quien quiera seguirla 🙂