Perspectivas generacionales
Cumplir años tiene la ventaja de ver que la humanidad – así, con hache pequeña – se repite a sí misma más que una mala digestión de ajo. Esto que dice este señor, creo habérselo escuchado a diversos padres de la patria. Unas veces aterrorizados como es en el caso de hoy, otras veces hinchando pecho para mostrar el avance milagroso que su gestión ha reparado para el futuro y la concordia de los súbditos. Lo que dice el señor es, entre lágrimas por el tremendo paro, lo que sigue:
«por el camino se quede una generación, que es, seguramente, por su formación y su capital humano, la mejor que ha tenido España»
Y yo tengo algunas observaciones que hacer que creo que pueden reducir el drama o cambiarlo de sitio. Para empezar, es casi ley de vida que cada generación sea la que mejor ha tenido España, sea lo que sea eso de España. Por aquello de que, a falta de guerras nuevas y otras matracas, lo usual es que el crecimiento de renta, la infraestructura consolidada y la prosperidad añadida den generaciones con más acceso a educación o pueda pagar más profesores, medios y todo eso que hace que la gente esté preparada. Por no hablar de una tecnología que pone a disposición de las personas muchas cosas más. La conclusión es que la frase es más tonta de lo que parece.
Pero sigo. La cuestión no es si es la mejor preparada de la historia de España, sino si en términos relativos es una generación cuyo nivel de preparación es mejor o peor que el de otras generaciones de otros sitios y si las distancias son mayores o menores. Puesto que tienen que vivir esta vida y no la de sus padres, no importa si es la que más, sino si ese más es suficiente para ganarse la vida rodeados de eficacísimos estudiantes de matemáticas que suelen estar en países de ojos rasgados o de alto consumo de vodka. Y puede que nos llevemos una sorpresa.
La tercera cuestión es si en el invento llamado España es lo mismo ser una generación de un sitio o de otro. Pero, con todo, lo que dice este señor no me asusta nada: no se perderán a sí mismos. Si no tienes trabajo en España pues organízate la vida donde sea, que es tu vida. Eso sí, el nivel de idiomas (aunque cómo ha cambiado lo del inglés) no es tan deseable como para huir, y eso nos llevaría a la cuestión de si otros los aprenden más deprisa y han sacado ventaja. Podría sumársele la comprensión lectura.
Vamos, que no veo el incendio, es casi business as usual.
Etiquetas: BCE, educacion, González Páramo
21 mayo 2011 a 10:29
[…] tiempo de paro y ha regresado el discurso de los otros años de paro. Por un lado, el insustancial mito de estar ante la generación más preparada de la historia, por otro el de los jóvenes de grandes carreras (no solo una, sino dos y tres) desesperados ante […]
27 mayo 2011 a 11:36
«Puesto que tienen que vivir esta vida y no la de sus padres».
¡Me parece clave!