Por favor, televisadme la revolución que tuiteo

Andaban los manifestantes de Nolesvotes y Democracia Real Ya (sic) indignados y clamando desde sus moviles que los medios acudieran a relatar su realidad. Que allí había mucha gente y eso tenía que estar en las portadas y en los telediarios. Qué ternura. La mezcla de héroes geek curtidos en mil batallas contra la Sgae con perroflautas y batiburrillos antiglobalización y miseria anticapitalista pedía socorro a los periódicos y a las televisiones. Al decirles que ya tienen sus medios y que para qué quieren a los medios si ya se están contando y relatando lo que (les) pasa, advierten serios y profesionales que la verdadera repercusión se consigue yendo a los medios. Bien curioso, porque parece que esos medios son parte del invento contra el que claman. Caramba.

Tantas horas pidiendo a la industria musical y a los periódicos que se adapten a los tiempos y entiendan que el peer-to-peer no es una maldición del señor, que comprendan que en la era de las redes todos somos autores, que los periódicos no están para decir lo que ya sabemos y terminas pidiendo que suene la campana para ser salvado: la cuestión es que quieres que los medios hablen de ti para ser ratificado, para que se diga lo que tu quieres que se diga, ni siquiera la verdad, sea lo que sea eso. No, no bastaba una información peer-to-peer: había fuentes confiables suficientes que iban contando sus puntos de vista de otras ciudades, tan confiables como mínimo como un periodista de deportes (ya sé que es un mínimo muy bajo, pero se las dan de fuente de la verdad) pero no, queremos que RTVE abra con ello porque eso es una – la – victoria.

Para cuando todos se aburran de la victoria, habrá que recordar que la gente que subida a un camión arengaba a las masas, se comportaba exactamente igual que los partidos de masas tan gustosamente criticados: con razonamientos simplificados en un perfecto remedo de Adolfo Hitler, con coplillas y pareados para que la cofradía gritara y con cara de experimentar el orgasmo que supone encabezar la revolución mundial, esa euforia que trae pensar que, de verdad, estás luchando. Lo de luchar pone mucho y además es heroico, causado y permite tener toda la verdad. Un grupo con banderas soviéticas y republicanas españolas con estrellas rojas en una formación perfectamente organizada como en la Plaza Roja, una Alemania del 36 o hasta delante del coche de Obama, también pasaba por allí.

El consuelo o el orgullo geek se basaba en que todo aquéllo sucedía movilizado solamente por la red. Y era mucho. Para alguien que ha estado con tres monos más delante del Ministerio de Cultura a ver si salía Mª Ángeles a pedir perdón, puede decirse que eran muchos. Para la movilización de masas, infinitamente menos que una copa del Real Madrid. Juntar más de seis personas, no suele funcionar bien ni en tu casa para cenar.

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8 Respuestas a „Por favor, televisadme la revolución que tuiteo“

  1. DebaS Dice:

    Quitas el merito a la gente que esta harta de esto y mueve el culo por intentar que las cosas cambien y no tienen que ver nada con lo que escribes
    Solamente por escribir esta cosa a la que llamas artículo y en realidad no es más que una amalgama de sin sentidos.

  2. Gonzalo Martín Dice:

    No deja de ser una opinión, qué duda cabe. Pero, con todo cariño, huele a la argumentación de que quien se pica, ajos come.

  3. Calvino Dice:

    Muy bueno! sí señor! que no se flipe la gente que no van a camiar nada de nada. Lo mejor es votar por un partido y si ninguno te representa, crea uno. Nuestro sistema no está tan podrido como el de los países árabes ni tiene los matices que en Francia. Salir a la calle no les va a servir de mucho. Ojalá fuera así, pero va a ser que no.

  4. Del juicio a los rebeldes | Criticidades Dice:

    […] Al tirar rayas para unir estos puntos, me sale una cosa: el discurso populista, beatífico, naif, falangista/colectivista tan propio del sustrato de categorías morales ibéricas (con sus cosas, el que más me gusta cómo lo explica era Brenan) se envuelve con el discurso de la acción geek (Sinde, redes sociales al poder) que se tiñe con el elemental sentido de la indginación de cualquiera que analice lo que publican los medios de masas: tanto de su relato de la vida política como el resultado de su agenda, la agenda mediática. Una indignación que puede alcanzarse desde una mirada crítica a ese andamiaje, como desde la mirada contraria y más frecuente: la de todos los que siguen pendientes de ella como ventana real del mundo. De ahí que pidan socorro a esos medios. […]

  5. De la manteca y el pajarú | Criticidades Dice:

    […] los que no estaban en la famosa manifestación que los medios primero ignoraron, luego empezaron a retratar como una marea, creen que, como dije, […]

  6. Quincemistas Dice:

    […] la cobertura de «El País», entendida como medida no del impacto en la élite política sino como signo de «realidad» y capacidad para generar significado del movimiento. Sinceramente, nadie que haya seguido al periódico madrileño puede decir con sensatez que hace […]

  7. La ética hacker y el cooperativismo Dice:

    […] más allá del contraste con el modelo reivindicativo del quincemismo, la «economía política» de sus propuestas y su concepción de la empresa […]

  8. La voluntad de no-desintermediación | Versvs Dice:

    […] exactamente lo mismo que sucedía el año pasado con las acampadas: el argumetno de «nos censuran y no nos sacan en el telediario» es pueril cuando Internet te da […]