«Somos humildes»
«El negocio de informar no se muere pero sí se transforma», titulaba Versvs la otra mañana. La transformación hacia cosas diferentes, pequeñas, muy verticales y con comunidades comprometidas parece una tendencia más allá de la pura fragmentación de medios.
Fragmentación es la palabra más tramposa que existe para hablar de medios. El sesgo de fragmentar es un lamento. Un lamento que entristece al publicista que no puede resolver en dos patadas la cobertura completa de una población. El lamento de un directivo de grupo mediático que sufre porque no le basta con la masa que acumula para mantener los privilegios de los oligopolios regulados.
Escaparates con mucha audiencia, escaparates con poca audiencia, habrá siempre: la diferencia es hacer posible la vida con audiencias pequeñas y que no les dé por doblarte el brazo encima de que eres pequeño. Sucesos como Obamaworld o Materia, muestran la vida de la información más alla de la estructura institucionalizada (para todo, especialmente para el secuestro del estado para que riegue con dinero y legislación a tu medida) de lo que llamamos medios. Así que el nombre correcto de fragmentación no es fragmentación, es pura diversidad. Si nos ponemos tontos, lo llamaremos pluralidad, esa otra palabra maldita que significa decidir a dedo en qué consiste la diversidad.
Algo debe irse consolidando en las formas de lo que será el nuevo espacio digital cuando estos espacios pequeños se consolidan alejados de los viejos elefantes: todos los enterados se han puesto a efectuar comparaciones entre The Politico y el Washington Post. Acabo de encontrar en Colombia un medio pequeño, verticalizado, con ese aroma a proyecto que quieres que exista y apoyar por el mero hecho de apoyar lo lo que hacen y me da por pensar que refuerza la idea de un futuro de muchos medios basados en sus comunidades de seguidores comprometidos con una cierto sentido de causa, valores y fines:
Somos humildes. Tratamos de comunicarle a nuestros lectores nuestras dudas, los vacíos de reportería que tenemos, lo que ignoramos y todo lo que sabemos. Rectificamos explícitamente cuando nos equivocamos. La transparencia es uno de nuestros principios rectores. Las opiniones de nuestros usuarios son tenidas en cuenta e informan nuestro trabajo porque además de constituirnos en una fuente primordial de información nuestro objetivo último es proveerle a aquellas personas interesadas en la vida pública una plataforma interesante de conversación acerca del presente y futuro del país.
Etiquetas: diversidad, fragmentación, La silla vacía, medios, pluralidad
10 agosto 2013 a 18:49
[…] Diversidad es esa cosa vibrante que queda cuando a la pluralidad le quitas la carga de cinismo. Gonzalo Martín, con otras palabras, en Somos humildes. […]
11 agosto 2013 a 11:40
[…] Pero no hay nada que salvar: la narración con imágenes sigue su curso a pesar de las plañideras, la información crítica no se detiene, la gente publica a pesar de las editoriales (sí, a pesar de) y montones de nuevas y pequeñas […]