Leyendas urbanas como mecanismo de revisión del pasado
A alguien le da por recordar, bajo el calificativo de leyenda urbana, un episodio del que siempre oí hablar pero del que nunca entendí nada, ni me concentré y en el que ni siquiera pude percibir algo más que tedio. Una historieta de mermelada, menores y cantantes populares apareciendo en la televisión y donde, parece ser, lo poco que tenía de cierto era que sí hubo un programa de televisión donde apareció el cantante. Alguien dirá que hoy, gracias a YouTube, no habría pasado.
Pero lo interesante es el mecanismo por el que se crea el relato falso y se reproduce (¡meme!), el proceso de mutación y alteración que le llevan a uno a pensar automáticamente en Homero, la Biblia o la Canción de Roldán. Sólo quedaría recurrir al viejo adagio que recuerda que así se escribe la historia. O un tuit cualquiera.
1 febrero 2015 a 17:00
Hoy leía a un representante de cierto partido político capacitivo decir algo como «el 15M le dijimos que sí se podía y hoy les decímos que sí se puede». Lo hacía tuiteando un tuit cualquiera con una foto mostrando la plaza de Sol bastante llena al final de una quedada y queriendo evocar en el lector el recuerdo de cierta quedada ya pasada que la historia ha escrito como multitudinaria manifestación — a golpe de tuits cualesquiera que exageraban los hechos –, aunque todos sabemos que a esa manifestación fueron cuatro gatos y que lo verdaderamente masivo se inflo (y desinfló, porque la gente como interné, como llegaron se fueron) muchos días después. Por supuesto, a los escritores de la historia los hechos les importan bien poco, como se atribuye al bueno de Winston, «sé que la historia hablará de mí, porque pienso escribirla yo». La nueva política es igual de déspota que la coetánea del viejo WInston y pretende decirte lo que tienes que recordar, y cómo.
Mentiras, malditas mentiras.
2 febrero 2015 a 13:18
[…] un comentario en Criticidades he recordado una grandísima canción de Triana: Ya está […]