Adán en la era de TikTok

Andaba yo desconcertado porque el tipo en la radio tenía una voz joven y una expresividad propia de quienes ahora se encuentran en edad inmortal y, sin embargo, argumentaba como si tuviera la edad de una secuoya. O sea, como yo. En un momento dado, dijo: «ahora sólo existe el presente».

Después nos explicó cómo mi generación se educó viendo las limitadas opciones de una televisión con dos canales, a veces uno y medio, sin redes sociales, pocas radios y papel, mucho papel. Y que eso obligaba, aunque no quisieras y por pura inercia, a contemplar todo el pasado: ciclos completos de John Ford, o programas a los que la audiencia les era irrelevante y podían hablar una hora completa con Josep Pla. Alguno de mis jóvenes subordinados (mal nombre, pero no encuentro otro mejor para explicar la relación laboral que nos unía) me confesaba que no veía cine en blanco y negro: le resultaba lentísimo.

Es verdad, yo he repetido esos argumentos cientos de veces. Si el arte es un proceso de tradición en combate con el plagio, el problema de la memoria corta de la línea de tiempo impide discernir. Es tan fácil hacer una canción igual que las que hicieron los Beatles que no hay forma de saber qué canciones hicieron y restarle valor de originalidad al último éxito. Adán puebla TikTok, reguetón aparte. 

Algún amigo padre me ha contado que les puso a sus hijos una selección bitélmana en el coche en un trayecto largo y todos, padres y herederos, pudieron convenir en la calidad de aquellos muchachos, dos muertos y dos tiñéndose las canas con poco éxito para disimular las arrugas. Con esto quiero decir que los pequeños mandriles descubrieron en el boca a boca doméstico que el pasado es, seguramente, enorme.  El mejor momento de El Camino de los Ingleses, novela y película, es cuando el protagonista es advertido:

Sabes que hay otros libros, que hay otros poetas además de Dante, ¿verdad? Sabes que para que él existiese fue necesario que existieran Virgilio y Cavalcanti, y que luego hubo más poetas, ¿verdad que lo sabes? (…) El mundo ha hecho un largo camino hasta llegar a ti

Me topo con dos pelaos en YouTube que aseguran no haber escuchado otra cosa en su vida que rap. Su aspecto no miente y es posible. Se han hecho célebres grabando videos en los que aseguran que es su primera reacción al escuchar por primera vez… viejos éxitos de los años sesenta, setenta, ochenta y noventa. Del siglo XX, obvio. El género «primera reacción» que realizan los fans de los artistas a sus nuevos lanzamientos, así como el mismo aplicado a la apertura de envases y envoltorios (unboxing), es una contribución al relato de las emociones humanas imposible en otra era. Debe servir. La cara que ponen nuestros recién nacidos al escuchar Jolene de Dolly Parton merece la pena. Y alucinan con la gama cromática completa con el redoble de tambores de Phil Collins en In the Air Tonight.

¿Saben qué? Ese año, en el que se lanzó, yo era un adolescente pasando el verano cerca de Milwaukee, Wisconsin, y uno de los amigos de mi anfitrión se deshacía vivo justo en ese mismo pasaje. Sí, claro, me he emocionado ante mi propia memoria. Quizá sea una señal de que el arte sí se transmite en el tiempo. A pesar de todo.

 

 

 

5 Respuestas a „Adán en la era de TikTok“

  1. Jose Dice:

    Con la cita de El camino de los ingleses me recordaste a Ángel González.

  2. Gonzalo Martín Dice:

    Pues es de Antonio Soler. Málaga a tope.

  3. Alberto Dice:

    Es bueno pensar que lo mejor está por venir, pero mirar hacia atrás de cuando en cuando para ver de dónde venimos es bastante recomendable. Para disfrutar de lo bueno, construir sobre ello y evitar repetir lo que no funcionó.
    Esos pelaos que enlazas al menos han tenido la apertura de mente suficiente para escuchar algo nuevo. Aunque solo sea para tener su momento de fama. Seguro que ahora escuchan el rap con otra perspectiva.

  4. Gonzalo Martín Dice:

    Quiero pensar que sí, Alberto. Aunque pienso que son dos muchachos avispados, la tradición se abre camino para ser renovada siempre. Hoy nos mata el ruido y la sobreabundancia y, puede ser los que sí exploran en el pasado, están ocultos y son más difíciles de ver.

  5. Gonzalo Martín Dice:

    El NYT publica un reportaje alrededor de los muchachos que descubren canciones del pasado. La descripción es muy completa de cómo funciona la era del presente:

    In the past, it was easier to learn about pop classics from parents, record stores or radio stations. But today, streaming music algorithms are designed to keep the listener under a spell in a bubble of the music they prefer. Discovering a golden oldie has become increasingly harder to do.

    “The algorithm is built around user behavior,” Ebro Darden, the global head of hip-hop and R&B at Apple Music, said. “As more consumption options became available for music lovers, platforms got narrower and more targeted.”

    Discovering classic jams on the airwaves seems hard to do now, too, as radio stations have also become more personalized, Mr. Darden said.

    “You are beholden to a platform, whether it is a radio station or a streaming service, whether it is a human curation or an algorithmic curation, but you can go into these services and start looking around,” said Mr. Darden, who also hosts Ebro in the Morning at the New York radio station, Hot 97.

    On streaming services like Apple Music or Spotify, users can decide if they want to go down a rabbit hole and listen to music based on the era, genre, producer, or artist, but they have to take the first step, which seems to be a hurdle.

    Many users want their music tailored to their taste by someone else, according to Ray Heigemeir, the public services librarian for music at the Stanford Music Library.

    “People will have to do a little digging,” Mr. Heigemeir said. “Today, people want to pick something and have it done for them.”

    Most streaming services curate playlists where users can discover new music. Spotify uses their “Fresh Finds” playlist to get new music to their customers. The platform also offers thousands of playlists based on different factors, from era to genre, to appeal to all listeners, said Lizzy Szabo, a Spotify playlist editor.“The more you use the app the more personalized the app becomes for you,” she said. “The personalization is trying to serve you things you might have a connection with but it takes the effort of the listener to decide what they want out of Spotify.”

    The decline of record stores and the rise of themed radio stations may make it hard for music lovers to find new songs to tap their feet to. Many feel overwhelmed by the vastness of music itself and stick to what they are accustomed to. So perhaps it’s no wonder that aspiring DJs on YouTube and other platforms have found an audience for “first time we heard” videos.

    Music has always been vast, according to Mr. Darden, who has worked in radio stations across the country since the 1990s.

    “Hard working regular everyday people are looking for someone that they can trust the most for a sound or a genre,” Mr. Darden said. “People like D.J.’s because you want to listen to a trusted content source.”