Cuando el presidente de LA teleco se sienta a hablar amigablemente con el presidente de EL buscador y el segundo reconoce que los primeros deben ser justamente retribuidos, cabe suponer cuál es la oveja muerta.
Cuando el presidente de LA teleco se sienta a hablar amigablemente con el presidente de EL buscador y el segundo reconoce que los primeros deben ser justamente retribuidos, cabe suponer cuál es la oveja muerta.