Lo malo de correr no es que termines pareciéndote a Enrique Pastor, concejal de juventud y tiempo libre, es que terminas pareciéndote a otras decenas de canosos que te encuentras por el camino.
Lo malo de correr no es que termines pareciéndote a Enrique Pastor, concejal de juventud y tiempo libre, es que terminas pareciéndote a otras decenas de canosos que te encuentras por el camino.