Y también quiero recordar que nadie te obliga a ir a cubrir una guerra
A pesar de ello, el diario dedica los cuatro párrafos anteriores, los sumarios y el titular a demostrar que el de corresponsal de guerra es un trabajo precario. No sólo a nadie le obligan, sino que las cantidades en las que se endeudan estas personas que ejercen su profesión como quieren las asumen sin coacción alguna. De nuevo, narrativas de periodistas sobre periodistas, porque ellos son, en realidad, la única noticia: hablar de lo que queremos hablar, esa mágica expresión de autosuficiencia llamada contar historias.