Godin se temía lo peor y lo peor casi ha ocurrido. No es una debacle, como planteo en los comentarios, en realidad me parece que se abren nuevas puertas cuando un país pequeñito reduce el prohibicionismo aunque tenga tintes veraderamente orwellianos: ¿le dirías al estado que fumas marihuana si fumas marihuana y aceptarías estar en un registro de consumidores de marihuana?.
No se aceptaría para el vino y el tabaco, historiales médicos aparte, así que qué gran discusión: si son también drogas y no me ficha, no me fiche cuando usted, señor estado, cree que se debe poder consumir, aunque sea controladamente. Controladamente es, también, eso de limitar los horarios de venta de alcohol o ese remordimiento de conciencia que es poner carteles diciendo que el cigarrillo mata y ser el controlador de la producción de tabaco.
Pero vamos a dar un salto mortal para escándalo de políticos locales: ¿quiere reducir el desempleo? ¿Reducir economía sumergida? ¿Ingresar más IVA? Legalice la comercialización, controlada si quiere, de la maría, el cannabis y otros psicotrópicos si es que estas denominaciones no son todas las misma. Venga: ideas locas contra el hambre. De paso: putas y otros, que suele decir un amigo. El caso es que lo digo en serio.