La vida de los otros
«Leí en un libro que los problemas que tienen los hijos de las víctimas del Holocausto son parecidos a los hijos de los verdugos».
Todo el mundo parece querer vengarse de la historia. La insatisfacción de la vida presente se resuelve – o te destruye – aspirando a encarnar un pasado, condenándose a asumir una responsabilidad que se porta sin tener culpa. Quieres ser lo que no has sido porque pareciera que, si no fuera así, no puedes ser, no tienes razón para señalar con el dedo.
Se llama Bettina Goering y es sobrina del único
Goering posible. Como cualquier narración de personalidades extraviadas, derrotadas por la vida, Bettina es un relato propio de estrellas de rock and roll: «ha protagonizado una increíble historia de dolor, sexo, drogas, vivencias en comunas y una lucha entre y contra los suyos». Una búsqueda sinuosa: amantes judíos supervivientes de campos, nazis ocultos en América Latina con miradas de veneración: es una vida que es un largometraje.
Carlos Marx, ese científico preciso sobre la realidad cargado de recetas inútiles, puso encima de la mesa el friso de la existencia: «La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos». Que se lo cuenten a Bettina. Nazis, campos, ¿Francisco Franco?. Me pregunto si el quid de la cuestión es cómo descubrir que, pienses lo que pienses, y hasta que los cometas, no eres culpable de los crímenes de tu abuelo.
Etiquetas: Bettina, campos de concentración, Goering, Göring, holocausto, Marx, nazis
Este artículo fue publicado el miércoles, 22 octubre 2008 a las 20:05 y archivado en Sin categoría. Puede seguir los comentarios de esta entrada a través del RSS 2.0.
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