La pastilla de los malos recuerdos
Los usos son múltiples, en mi opinión: a) puede administrársele al torturado para que olvide al torturador y la tortura b) puede darse al amante abandonado para que se olvide del desengaño o de la traición c) puede tomarse en caso de la pérdida del hijo, el padre o la madre d)…. Pero dice el redactor del periódico que la cosa se circunscribe al recuerdo del miedo, como al de las fobias a las arañas (¿al hombre del saco? ¿a la oscuridad?), lo que permite volver a enunciar los anteriores ítems en forma de consecuencias más diversas: perderle el miedo al torturador o al violador, a abandonar al amante o la amante, a morir o ver morir. Es decir, la literatura puede encontrar nuevas fronteras, la vida cotidiana ni se sabe.
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