Nunca hay privilegio suficiente
No sabía que tendría que pagar un precio adicional por la gran prerrogativa de ser fijo: encontrarme a más de 800 kilómetros de mi ciudad y ver minadas mis esperanzas de volver
Súmesele la circunstancia de que es funcionario y la lágrimas que me brotan ante la tragedia que acecha a su vida por tanta esperanza minada, no tienen freno. Lo más bello es que de toda la vida esto se ha considerado «plaza en propiedad».
Etiquetas: funcionarios, mercado de trabajo, técnicos de hacienda
Este artículo fue publicado el sábado, 27 febrero 2010 a las 7:09 y archivado en Sin categoría. Puede seguir los comentarios de esta entrada a través del RSS 2.0.
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