Vuelven a la carga contra los libertarios
El ministro de cultura, señor Wert, ya calificó de libertarios a quiénes no le convencían con sus argumentos. Los libertarios, claro, son los señores que pueblan internet y que no hacen caso a las leyes oficialmente escritas por los representantes de la ciudadanía con la inestimable ayuda de los interesados en que esas leyes existan. Ese clásico de que si no puedo competir, la ley se cambia.
Lo dijo en el diario El País, que ahora se debate contra sus monstruos, sus fantasmas y sus trabajadores. Por supuesto la simpatía popular está con sus trabajadores, algo de lo que seguramente yo sospecho. Pero en la defensa de su punto de vista, muy curiosamente, han tenido el detalle de volver a echarla la culpa a los libertarios:
Pero las presiones no vienen solo de los poderes tradicionales. A veces son fruto de la demagogia populista, las tendencias libertarias de muchos de quienes ocupan las redes sociales…
¿Qué les habrán hecho estos pobres diablos de la libertad y la alergia al poder omnímodo del estado, algunos de ellos absolutamente procomercio aunque los preocupados por la deriva del periodismo no suelan saberlo o admitirlo?. Fíjense que los libertarios son tan poderosos como los poderes tradicionales: ¿qué pensará el redactor del editorial que es el diario en el que escribe?.