Sobre polémicas y (des)contextos
Tropecé con esa mirada y no pude evitarlo. Inevitablemente me acordé de imágenes de Adolfo Hitler:
Ponerlas juntas más que un contexto es un descontexto. De hecho, unos periodistas peruanos me pidieron para que posara de la misma forma para una crónica inane de una charla mía. No soy capaz de encontrarla, pero se publicó.
Pareceré digno si digo que jamás se me hubiera ocurrido semejante gesto. Creo que es verdad, que no se me hubiera ocurrido. Pero es que me he quedado en los ojos, y los ojos no sé si son de ambición. O puede que sea que la representación del poder exige esos brazos cruzados y esa ligera rotación demostrando quién está a cargo.
Pero pensé que había muchos más brazos cruzados en mi memoria:
La mirada de José Antonio siempre resulta dulce a diferencia de los otros. Y la de Mussolini en esta que encuentro demasiado poco histriónica para el personaje.
En el viaje me tropiezo con Onésimo Redondo y con Augusto Pinochet:
El concejal maldito por tuitear burlonamente sobre judíos y otros parias de la vida y de la historia explica su descontexto y por más que indago no termino de sentirlo culpable.
Yo acabo de crear un descontexto. No, he creado un contexto porque me han sobrecogido los ojos del poder. El descontexto es considerar que todas las fotos, todos los personajes son iguales, sin que esto convierta a la primera, a la que puede ser descontextualizada en alguien incapaz del mal: eso no se sabe. No es una insinuacion, por otro lado.
P.D.: Puede que alguien me descontextualice. A este mísero rincón de la web no llegan más que los vecinos de patio, así que no cabe esperar un vendaval de superficialidades. He manipulado tanto que la imagen de Hitler original está invertida, en realidad mira – tal cuál la he encontrado – al lado contrario. Pero puede que porque tenga más de 140 caracteres para explicarlo desde el principio, nadie lo juzgue dañino para las mentes que pueblan este mundo. El concejal no las tuvo hasta después. Y así nos queda una nota sobre injusticia tecnológica o las complicaciones de los sesgos de la tecnología.
20 junio 2015 a 2:23
No se puede olvidar que todo gran ejecutivo, real o presunto, es fotografiado de esta guisa. Especialmente en América Latina, he percibido. También parecería ser el símbolo del poder en su momento de gloria.