Dame pan y llámame tonto
Que el periodista no podía ser el protagonista de la noticia era un supuesto, seguramente falso en la práctica, del periodismo oficial, nostálgico y aspiracional. Que, a pesar de ello, publiquen noticias reflexionando sobre su industria, forma parte, dicho de modo resumido, de un interés relativamente general. Angustia ante el cambio: desconozco, pero sería interesante hacerlo, si en el pasado (esa era que debe comenzar antes de 1990) los periódicos dedicaban el mismo espacio/tiempo que ahora a reflexionar sobre ellos y su industria.
Jeff Jarvis es un clásico al que desde luego El País no para de preguntar cada vez que tiene ocasión. No ha mucho han publicado otra. Sin desmerecer el interés conjunto, el redactor no ha podido obviar el interés corporativista que conduce su mente durante la entrevista. Y era éste:
¿Cree que este tipo de proyectos ofrecen oportunidades de empleo interesantes para los periodistas? ¿Está al tanto de algún proceso de contratación en este sentido?
Cuénteme, amigo, si puedo echar el currículum. Todo muy bien pero dígame si soy necesario. El negocio puede avanzar, el acceso a la información también, pero de lo que se trata es de si hay garbanzos para mi. ¿Qué fué del ciudadano ese al que iban a defender desde el cuarto poder por su verdadera obligación moral y social?.