Con la mirada puesta en Satán
Los escritores de Boss han logrado intencionadamente o no un cruce entre David Simon y Aaron Sorkin. De David Simon surgirían las temáticas y la complejidad argumental, también el detalle de denostar blogueros, wikipedia y vanagloriar ese periodismo que no se sabe si alguna vez existió, ese que cuenta, creo, Todos los Hombres del Presidente. De Sorkin, la visión dramática del poder, de Hamlet, los Enriques, MacBeth y El Rey Lear. Sí, Tom Kane es Satán, el hjio de puta más grande que se ha visto en una pantalla. Primero porque no se puede serlo más, segundo porque es de carne y hueso y no únicamente un fantoche interpretado por un actor sublime.
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