Artículos Etiquetados en: „aaron sorkin“

Con la mirada puesta en Satán

martes, 8 enero 2013

Los escritores de Boss han logrado intencionadamente o no un cruce entre David Simon y Aaron Sorkin. De David Simon surgirían las temáticas y la complejidad argumental, también el detalle de denostar blogueros, wikipedia y vanagloriar ese periodismo que no se sabe si alguna vez existió, ese que cuenta, creo, Todos los Hombres del Presidente. De Sorkin, la visión dramática del poder, de Hamlet, los Enriques, MacBeth y El Rey Lear. Sí, Tom Kane es Satán, el hjio de puta más grande que se ha visto en una pantalla. Primero porque no se puede serlo más, segundo porque es de carne y hueso y no únicamente un fantoche interpretado por un actor sublime.

«Yo sé que habrá una mariposa que se posará en la sombra»

sábado, 27 octubre 2012

El año 1959 registró un acontecimiento que parecía marcado por la poesía: la Revolución Cubana

El testamento moral de Eloy Gutiérrez Menoyo se abre con la descripción más simple y demoledora que se ha hecho para describir uno más de todos los ocasos del siglo XX. «Un acontecimiento que parecía marcado por la poesía» es el relato de una desgracia que no puede dejar, pese a ello, de ser poética. La crueldad puede ser relatada como épica o como saga: siempre hay que volver a ver El Padrino. Para la visión de cantar de gesta que pudieran llevar a cabo Coppola o Scorsese de un Fidel Castro habrá un hecho que no puede escapar a la mirada de un guión a la medida de la ocasión, algo que pudieran hacer Sorkin si no se deja llevar por la inocencia: uno tras otro los antiguos compañeros de armas que fueron decepcionándose de la vida y obra del Comandante, han muerto sin ver como ni él fallecía ni la isla volvía a ser lo que era. Fidel siempre gana: “I knew you would come, but I also knew that I would catch you”. Queda saber si Huber Matos podrá reír mejor.

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Newsroom retocado

sábado, 13 octubre 2012

El enlace a la escena de apertura de Newsroom es lo más clicado últimamente en este blog de acuerdo con el plugin que los cuenta. Estaba en mi perorata sobre la serie. Lo he actualizado con un mejor enlace de los disponibles en YouTube con la escena verdaderamente completa: la provocación que contiene el cierre del post, ahora se entiende mucho mejor. O eso creo yo.

Newsroom

domingo, 7 octubre 2012

Son periodistas que viven como la última aldea que resiste al invasor: demuestran episodio tras episodio que los medios de siempre – con nombre y apellidos – se equivocan y hacen mal las noticias, que los miembros de la derecha republicana más recalcitrante son más incorrectos, falsos y mentirosos que un dólar de madera, quieren cambiar el mundo y comprueban que su propia empresa, otro maldito conglomerado de comunicación con relaciones incestuosas con la clase política, también es el mal. Lo encarna un anchorman republicano convencido que no acepta las visiones catastrofistas y deformadas de Barack Obama, el control de armas o cualquier otra cosa. La cabecera, con los Cronkite et al en perfecto blanco y negro, refuerza la idea de la recuperación de un espacio mítico en el que las noticias están al servicio del público y no de otra cosa. La duda es si no es más que una gigantesca visión romántica de lo que el periodismo fue si es que alguna vez lo fue: es como la nostalgia del nacionalista recreador de un pasado que no vivió. Es, de nuevo, Aaron Sorkin con su ingenuidad bondadosa, tan profundamente americana por otro lado, mostrándonos lo mismo que mostró en The West Wing: ese presidente moralmente íntegro, reaaaally smart, capaz de tener un premio nobel – de economía – y ser capaz de hacer un buen gobierno, el gobierno de la gente. Sin ensuciarse, salvando el mundo. O la civilización, como pretende el buen Jeff Daniels encarnando a Will McAvoy.

Hard to believe. Pero reto a cualquier guionista español a repetir la escena de apertura del episodio uno trasladado a la política española a ver si hay narices. O talento. That’s even harder.

 

Wonderboys

domingo, 5 diciembre 2010

¿Es Schoenberg lo adecuado para sumergirse a escribir? Es decir, si es alimento que nutra de calma y abandono al espíritu para sentir sólo el teclado, que la pluma murió o únicamente sirve para hacer la nota del supermercado. Si sabe usarse, gilipollas es la palabra más grande del castellano y su equivalente perfecto en inglés americano sería asshole, que no significa literalmente lo mismo pero desde luego sí lo es emocionalmente y suena grandiosamente cuando se le da el mismo tono de perfección ofensiva que puede dársele a gilipollas. Schoenberg me aguanta el intento de hilvanar el relato. (más…)

Un oficio que va a incrementar su demanda en tiempos difíciles

miércoles, 21 enero 2009
El gesto del primer ministro emocionado, la segura amargura del opositor de carrera y de profesión, el efecto mimético que conduce a reproducir sin entender (lo que explica por qué los peliculeros se ponen en pie en el Goya de honor), la divulgación y la envidia que produce comprobar que El Ala Oeste de la Casa Blanca se parece a la realidad; permiten presumir que pronto veremos que se crea la posición de escritor de discursos como cargo de confianza de ministros, presidentes autonómicos, consejeros de estos presidentes y toda caterva política que cuando sea mayor quiera parecerse a un personaje de Sorkin. Obama permite decir que Sorkin no tenía que imaginar, le bastaba mirar a la realidad de su propio país, a escudriñar la historia. El país de Hollywood y los sueños tiene una enorme capacidad para que sueños, realidades tristes y amargas, compartan todos a la vez su espacio sin que sean mentira, sin que sean verdad.