El fin de una leyenda urbana
El cartel ocupa una columna de la
plaza de Santa María Soledad Torres Acosta. Existe riesgo en la interpretación de los caracteres, pero las palabras tanatorio y Leganés, la reproducción de un rostro, sólo pueden llevar a una conclusión: en contra de los dichos populares, los chinos sí mueren y son enterrados o incinerados en algún sitio razonablemente conocido. O, al menos, es la primera. Mis condolencias.
Etiquetas: chinos, Leganés, leyenda, madrid, tanatorios, urbana
Este artículo fue publicado el jueves, 30 octubre 2008 a las 21:56 y archivado en Sin categoría. Puede seguir los comentarios de esta entrada a través del RSS 2.0.
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