Mientras tu protestas…

El chino sigue copiándote. Con cada copia aprende un poco más. Con cada copia se parece más al tuyo. Llega un día en que la copia es más atractiva que tu original y, por supuesto, es mucho más barato. Y, mientras sigues protestando, el chino está en tu casa vendiendo a tu vecino. Puedes seguir lamentándote de que el chino no tiene ninguna preocupación por tu seguridad jurídica y no hacer nada, o puedes ponerte a inventar más rápido que él. Cuestión de gustos: verás como se lleven un cerdo ibérico y planten una encina.

Etiquetas: , , , ,

Los Comentarios han sido desactivados.