Largo
Las opiniones se centraban
en dos: o te ponen bien o dicen que es largo. Largo como antisíntesis. Largo como seguramente aburrido. Largo como que no estoy dispuesto a invertir tanto tiempo. Largo no sería, pues, extenso. Todo lo que hago es largo. Perdón, extenso. Llevo una presentación de una hora que creo que dura hora y media con preguntas pero al llegar me dicen que mi actuación estelar está programada para dos horas, momento en el que entra el sudor frío, el temor atávico al público y su juicio al payaso. Y se te olvida que el público te hace la charla en cuanto le das entrada. Son casi las dos horas y no he terminado y yo sigo hablando y no sé cómo ha pasado el tiempo. Verborrea interminable no sabes si es equivalente a incontinencia verbal. Te preguntas si no es mejor escribirlo todo para poder callarte, aparcar la energía y dejar al vecino en paz. Al escribirlo siempre es largo. Perdón, extenso. Esta página nació como antídoto, para el entrenamiento virtuoso en lo opuesto: dejar notas breves, sugeridas, con los enlaces apuntados, puestos si se puede en una única palabra y no en frases obligando al lector a tener ojo de águila y terminar de entender allí lo que no está aquí. Pero
si me descuido se hace largo.
Etiquetas: charlatán, extenso, largo
Este artículo fue publicado el viernes, 25 junio 2010 a las 6:54 y archivado en Sin categoría. Puede seguir los comentarios de esta entrada a través del RSS 2.0.
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6 enero 2011 a 2:12
[…] supone que por eso lo llamó criticidades, por aquello de que rima con extremidades. Este es post largo. Y empezaremos por el medio. En el medio trata de defenderse, como si se hubiera reconocido: […]