Los intrincados espacios de la motivación

Por eso, Cantera entiende que la tarea primera de RRHH no es la tener preparadas las nóminas o gestionar los despidos colectivos, sino la de gestionar la confianza. “Una charla del director de RRHH animando al director de ventas puede conseguir mejores resultados que muchas otras acciones. Pero para llegar a ese punto se necesita, un conocimiento muy profundo, no de tipo técnico, sino de gestión, de estar muy metido en cada una de las personas”

Me imagino la escena: allá que va el director de recursos humanos y se sienta al ladito del de ventas. O, mejor, se lo lleva de vinos. Y charlan y requetecharlan y el uno se motiva y el otro sale todo orgulloso demostrando que es estratégico en su papel de sacerdote de guardia. Por no hablar de que todo es guai, y que luego llega la legislación laboral, el de ventas tiene un lío de pelotas y el otro va y se dedica a motivarle. Todo esto suena a cuando baja un rey, un primer ministro, un presidente de federación a un vestuario futbolístico antes de un partido y los jugadores dicen que ha estado bien porque ha venido a animarles. La purga de Benito.

Nota erudita/incordiante: todas las cositas que vienen en enlace sobre los directores de recursos humanos, ya se decían en los ochenta. Venga, que nos espera un ERE.

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