Reunión de pastores lobos
Lo que Sarkozy llama, en esas trampas del lenguaje sobre las que resulta casi imposible oponerse moralmente y que imponen una forma de debatir, internet civilizado no es otra cosa que un internet controlado. Un internet controlado es un internet intervenido y vigilado, inspeccionado y sometido al orden. Nada es casual: si junto a los gobiernos que reúnen en sus fronteras todos los derechos de propiedad intelectual del mundo y que no tienen dudas en su aspiración al control total de la sociedad por nuestro propio bien, a las operadoras de telecomunicaciones ávidas de decidir quien juega y quien no juega para seguir engordando la cartera de privilegios y beneficios más allá de lo que en buena lid podrían conseguir; a Amazon, Facebook y Google encantados de haberse conocido y con cara de jovenes revolucionarios pero dispuestos a entrar al juego para que nadie compita con ellos, la oveja está servida: ni siquiera podrá votar qué se va a cenar hoy. Mientras, todos emplearán el factor miedo y la democracia, esa quimera eterna, estará más ausente que nunca. Contemporáneamente, los grandes jefes de los conglomerados mediáticos son los ejecutivos mejor pagados del mundo. Y, claro, Vivendi sigue manteniéndose en la zozobra como única opción francesa en el juego. Tan francesa como Sarkozy.
P.D.: se advierte a lectores incautos que es probable que otros infelices escritores de la red vean que es verdaderamente guai que Amazon, Google y Facebook se sienten en el contubernio.
24 mayo 2011 a 14:22
[…] se apresta, y esta es la verdadera intención, a invocar el terror y la pornografía infantil para justificar alguna nueva piedra filosofal. Engrandeciendo su verdadero peligro, por supuesto, como si los lados […]