Nuevos horizontes de la cata
viernes, 14 enero 2011En esta vida hay muy pocos placeres comparables al de abrir una botella de vino, mientras juegas a la Xbox, en tu día libre, con tu mejor amigo
En esta vida hay muy pocos placeres comparables al de abrir una botella de vino, mientras juegas a la Xbox, en tu día libre, con tu mejor amigo
El Pisuerga pasa por Valladolid. Esto es un clásico. El New York Times dice que hay que ir a Garzón, Uruguay, «al parecer de visita obligada para los amantes de la carne» cuya «personalidad en la brasa la pone el chef argentino Francis Mallmann«. No es un comentario trivial: son diez nada menos que diez los restaurantes que hay que visitar si tienes dinero para un jet y no preguntarte cuánto vale. Al menos en esta temporada otoño/invierno de cumbres culinarias con estrellas Michelin. Pero yo tengo excusa Garum para liarla parda. Que no suban los billetes.
(He tomado nota de que, en Cádiz, un tipo cocina con «algas, plancton y charcutería marina» y que presta «atención a la pesca sostenible» y «los pescados locales«. A tiro de Alvia)