Laicos de vez en cuando
El culo con las témporas, el rábano por las hojas, el contenido por el continente: cualquier contrargumento que me den seguramente será de esta categoría, pero haber hecho causa contra la cruz, contra la mesa puesta con crucifijo y la escuela con sotanas para
regalar dos botellas de vino por navidad a los empleados de La Moncloa, no tiene precio. Me pueden decir que celebran el solsticio de invierno, pero yo no entiendo por qué se gastan mi dinero en ser simpáticos con quien es su obligación cumplir con su deber.
Etiquetas: cestas de navidad, maria teresa fernandez de la vega, moncloa, navidad
Este artículo fue publicado el viernes, 21 noviembre 2008 a las 10:01 y archivado en Sin categoría. Puede seguir los comentarios de esta entrada a través del RSS 2.0.
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21 noviembre 2008 a 10:12
He llegado a asistir a cócteles navideños pagados por ministerios. No faltaba de nada. Y sigo sin saber por qué eso no se debate en los presupuestos.
22 noviembre 2008 a 1:22
Es que ZP es muy de «siente a un pobre a su mesa» eso es sabido. Es más, se jubilará de representante de «Cocinex», el socialismo ya no es épico, anda en zapatillas.