La venganza del destino

Estaba el hombre feliz orondo con su círculo virtuoso. Pero pronto se tornó en vicioso: un disco duro muerto y en coma, un móvil que te deja sin habla, la puerta de la lavadora que se te queda en la mano, el cajero automático del banco inservible y el reparador en camino; huelga de ferroviarios y caos aledaño, el comercio fuera de stock. Y, ayer, unas fiebres que me tenían derrotado y marchito: ojeroso y envejecido. Pero esto último debe ser sólo un hecho y no una circunstancia.

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2 Respuestas a „La venganza del destino“

  1. Isabel Dice:

    Las circunstancias a veces se ponen muy impertinentes. A lo otro, al hecho, se le llama sabiduría, buena cosecha…:)

  2. Gonzalo Martín Dice:

    Anoche calló otra sombra de desgracia: bad karma