Correctamente, por supuesto
Atender al argumentario del hermano pequeño de Fidel Castro para promover las reformas de la isla irredenta, produce una sonrisa helada. Esencialmente, la cuestión se resume a la hemos cagado nosotros, no vamos a permitir que otro venga y lo haga y, si sale mal, por supuesto que la culpa es vuestra e iréis a la cárcel. Resulta, por tanto, igual de sospechoso cuando el mismo individuo que la cagó, que lleva toda la vida conocida en el puesto, afirma que será él quien cambie las formas de ese tormento cotidiano que se denomina SGAE. Cómo será de poderosa, que no hay autonomía española que haya reclamado la competencia.
Ver al lobo vestirse de cordero, siempre tiene truco. Mismo perro, distinto collar. La cuestión está en ese correctamente – a ver qué se han pensado – que advierte el arriba mencionado cuando en ese cambio de estrategia masivo de la industria cultural (se trata de parecer razonable para que me hagan leyes) se especifican las formas de hacer:
…se ayudará a «los socios a que distribuyan las obras correctamente en Internet»
Y será él quien decida lo que es correcto y lo que no. Él. Que nadie se pase de listo. Que nadie haga lo que no deba hacer que, en resumen, se basa en que nos paguen a nosotros, a mi y a mi pensión. «Solo se perseguirán los fraudes masivos»: defina masivo, se lo ruego. Aún más: defina fraude. Pero como por la boca muere el pez y el Sr. Bautista tuvo buen maestro, que yo lo sé, ésta afirmación no es en absoluto inocente. Es una afirmación que sabe lo que dice:
Internet «no es un invento». «Se creó como una herramienta de seguridad militar y hoy es el negocio más grande configurado en la historia de la humanidad». Sin embargo, ha aclarado que lo que hay que hacer es «regularlo y evitar que sirva para enriquecer a unos y empobrecer a otros».
Porque es consciente de que:
El mercado, transmisor y redistribuidor de riqueza, es algo tan positivo que los oligopolistas de toda la vida se apropian de ese concepto y en nombre de una falsa liberalización, en nombre de una falsa ampliación de mercado y competencia, defienden la eliminación de la neutralidad de la Red para conseguir precisamente reducir la competencia y eliminar todos esos factores que hacen que muchos actores pequeños puedan competir cada uno en su nicho, disputándole un éxito comercial que de otra forma será completo para ellos pues sólo ellos podrán acceder al desarrollo y comercialización de producto
Y no es casual que el Sr. Bautista reclame al estado:
«es el Estado quién tiene la obligación de enseñar a la ciudadanía a respetar la propiedad intelectual. No se nos puede pedir a las entidades de gestión que nos dediquemos a esto»
Pues, al fin y al cabo:
Los ataques del estado a Internet pretenden aumentar significativamente el control social. De esta forma, el progresivo endurecimiento de la legislación sobre propiedad intelectual ha sido el paraguas bajo el cual se han introducido sistemas de monitorización intensiva de la actividad de los usuarios en Internet.
Era de esperar que, finalmente, el lobo, no renunciara a su condición:
«Si tenemos que salir a una plaza pública, como en los tiempos de la Inquisición, a plantear una reconvención general no habrá ningún inconveniente en hacerlo.»
No, no plantea una disculpa. Asume que ha sido perseguido.
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