La SGAE no es inocente ni trivial: sabe de qué habla
domingo, 10 abril 2011Esta definición de blog que ha presentado la SGAE en un nuevo intento de llevar pornografía intelectual a las escuelas no es de risa ni ridículo como le ha parecido a tantos comentaristas del Agente Smith. Es diabólica. Léase:
Blog: Abreviatura de «web log», un diario o revista que se publica en Internet. Los blogs a menudo se utilizan para publicar enlaces a archivos, que pueden ser copias ilegales de música, películas u otros ficheros multimedia.
El «a menudo» sirve para restarle carga de mala fe ante una acusación como la que voy a hacer, pero es sólo una apariencia: el calificativo presupone que son muchísimos los blogs que hacen eso. Cuando no es verdad, aunque me importe un pito si lo hacen. Esta definición de blog lo que viene a decir es que leer blogs es, evidentemente, malo. Y es malo porque son una estructura de contenido distribuida que produce exactamente lo que quieren evitar: la desintermediación de los contenidos y la creación, su flujo libre. Es decir: atacar a los blogs e inseminarlo (o tratar de, que eso sí que es risible) en las mentes de quienes no van a hacer ni puñetero caso a la hora de elegir su música, tiene una intención verdadera y nada inocente, porque el negocio se les muere en la arquitectura distribuida y eso es lo que quieren destruir. Pero más vergonzoso es todavía que eso circule sin asomo de crítica de las autoridades educativas que, por supuesto, siempre bienpensantes y en defensa de las instituciones y el Estado – del que la SGAE es un pilar más en su forma actual, la del saqueo del ciudadano – no van a poner ni un pero al mensaje. Pero después están preocupadísimos de que la Iglesia explique su doctrina.