Ciao Mónica
Murió, así en el final de la tarde, Mónica Vitti y yo recordé cuando eras la boina gris y el corazón en calma, ese día en que tu padre avisó de que Umbral había escrito en su columna que la hija-de era igualita que Mónica Vitti. Y volviste a ser la boina gris y el corazón en calma ahora por un momento en que dejaste de ser el ánima de Mónica Vitti para, sin que nada pueda hacerse, volver a serlo.