El reportero de la fórmula uno lo dice así: «Don Emilio Botín». Cuando continúa refiriéndose al banquero, dice «el señor Botín». Ningún otro personaje de la retransmisión tiene el calificativo de Don, Señor o diríamos que de usted. Ni siquiera los telediarios llaman al presidente del gobierno «señor zapatero». Será porque el reportero da por hecho quién manda. O es que es así de pringao.