Las noticias económicas son desasosegantes: no se ven estampas de anteguerra, esos financieros que se arrojaban por las ventanas, pero el torbellino nos sobrecoge. Por ahí sí que oigo de un suicidio en California. Bolsas hundidas que los agentes dicen en caída libre, expresión que te produce la zozobra del precipicio. Yo recuerdo entonces una línea de Casablanca. La recuerdo en español, puede que de los rótulos de la versión subtitulada: «El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos».