Artículos Etiquetados en: „periodismo“

Pagar a quién y por qué: el periodismo como pan de todos los días

sábado, 25 diciembre 2010

Todos los periódicos van a desaparecer, porque el problema que solucionaban hasta ahora (hacer llegar a la gente la información) ya no existe. Un día, alguien me dijo: si la noticia es importante, me encontrará, me localizará. Y ahora es así.

La profecía de la muerte de los periódicos se ha enunciado con asiduidad: recuerdo que antes del estallido de lo que se llamó primera burbuja, se les decía a los editores de periódicos en fantásticas convenciones que todos ellos sabían que en un período de pocos años ninguno estaría allí. Es lo que tienen las predicciones, que el cielo está empedrado con ellas. Ahora, con la crisis publicitaria, todos han vuelto a pensar que morirán. Vemos reconversiones, algún periódico americano muerto, muchos locales languideciendo, pero cierres reales de instituciones periodísticas no se ven más allá de una dinámica de mercado casi corriente. Quizá es cuestión de tiempo. Ballmer también anticipó que, en diez años (sólo han pasado dos) todos los medios serán digitales. (más…)

Cuarto Poder

sábado, 19 septiembre 2009

«Hablando de periodismo: para Antonio Rubio, subdirector de El Mundo y veterano reportero de investigación, un fiscal pide tres años de cárcel por «revelación de secreto». Pues vaya. Para una vez que alguien hace su trabajo.«

González, Enric.

Periodismo insólito (descontrolados)

domingo, 11 enero 2009
Encima de mis ojos se creó una curvatura que todo novelista que se precie describiría como levantó las cejas, acto que siempre va seguido o anticipado de un momento de asombro. Figúrense: dice el diario, con sus comillas puestas, que los controladores de vuelo declararían ufanos que son «el único colectivo que puede derrotar un gobierno» y, claro, si se tienen ciertos años uno casi se alegra: antes estas cosas eran patrimonio exclusivo de los militares, a quienes este texto no deja ninguna opción. Esto es civilización, oigan, sólo nos va llamar el lechero por la noche y ya no hay lecheros.

La explicación posible de que esta contundente aseveración no genere un violento editorial puede estar en el mismo acceso a la noticia. El efectivo texto de la llamada de primera página no existe en el titular de la sección, ni tampoco se encuentran las comillas en nada, nada, de lo que escribe la reportera asignada al misterioso caso de cómo unos pocos secuestran a tantos para subir sus sueldos. Sólo dice: «son los únicos trabajadores de un aeropuerto capaces de poner al Gobierno en la picota ante la opinión pública con el cierre de cualquier aeródromo de la red». Cambia un poco, ¿eh?.

Mi gozo en un pozo, sigue existiendo la posibilidad teórica de que un general se subleve. Pero luego vendrá Juan Luis y dirá que no se puede dejar la opinión pública en manos de los bloggers y de internet. Qué gente tan informal, de verdad.

Almanaques

sábado, 10 enero 2009
Es que no encontraba yo un nombre para describir la sensación que tiene uno con el trabajo de periodistas, reporteros y tribuletes y, miren por donde, lo ha encontrado Arcadi Espada:

«Obviamente, el periódico tuvo siempre su lado de entretenimiento: su crucigrama, sus peoples y su blanda viñeta. Pero siempre se distinguió del almanaque, que es a lo que tienden los diarios de hoy, especialmente los gratuitos, nunca mejor dicho. La crisis del almanaque impreso es perfectamente natural. ¿Cómo va a competir el periódico en materia de entretenimiento con youtube, con facebook, y con la espesa saliva de pornografía que se acumula en la red?»

Variantes del hinchamiento

jueves, 30 octubre 2008

En 1989, un servidor era redactor (becario) en un diario económico repleto de estrellas periodísticas. La plaza la obtuvo por sus estudios de economía (es un decir) y alguna certera habilidad para escribir un folio que un periodista redactando su tesis doctoral en estructura económica y ávido fumador de puros parece que leyó. O eso me juró el intermediario.
A las pocas semanas, o creo que días, era evidente que al menos un servidor sabía que inflación se escribe con una, sólo una, ce: inflación. Ese proceso de depreciacion del valor de la moneda que el público entiende como subida de precios. En las postrimerías de los ochenta, la economía y los negocios eran aún un mundo extraño no sólo para el periodismo, diríamos que para la sociedad: todavía se estaba aprendiendo a gestionar empresas como lo hacían los de fuera y todo tropezaba con las creencias populares que, sorprendentemente, reproducían los plumillas del momento.
Así que servidor terminó escribiendo las cosas que tenían que ver con la macroeconomía. Sospecho que únicamente por rigor linguístico. Han pasado diecinueve años, que no serán nada hasta que se cumplan veinte, y hoy me despierto con el telediario de una cadena donde un joven periodista que lee toda con seriedad y fundamento sus noticias dice inflacción.
(A uno se le hinchan un tanto las cosas que porta al comprobar que los lectores de noticias pasan por defensores de la democracia, el rigor, el periodismo y no sé cuántas cosas que atribuyen a los medios que llaman tradicionales, serios y de todo lo habido y por haber)
Créditos: la fotografía fue creada por 7E55E y se dsitribuye con licencia CC.

Ogino

domingo, 5 octubre 2008
El titular no deja lugar a dudas: «El Papa sólo admite el método Ogino para evitar embarazos». Finamente, el reportero precisa que el romano es mucho más culto y se inclina por referirse a los métodos de observación. Observemos, pues: ¿desde cuándo esto es novedad?. Acudamos al manual de periodismo: noticia es cuando el hombre muerde al perro.