Orientación al cliente
7 junio 2015 por Gonzalo MartínEl periodista al final siempre termina escribiendo lo que supone que la gente quiere leer
El periodista al final siempre termina escribiendo lo que supone que la gente quiere leer
Hoy he vuelto a ver el Remix Manifesto. Ha sido un acto de adoctrinamiento hacia mi joven sobrino esperanzado en ganarse la vida como DJ y haciendo algún remix. Que le haya entusiasmado engorda mi ego, pero el revisionado ha servido para ampliar la reflexión del internet que ha mutado: de nuevo, era constatable cómo el nivel de debate sobre internet estaba centrado en la disrupción que suponía la forma de producir de los bits. Ahora discutimos sobre el entusiasmo – de algunos – ante la nueva forma en que Facebook pretende, aspira, confirmará su absorción del contenido de los editores independientes.
¿Que MacDonald’s quiera presentarse al público con una hamburguesa gourmet es porque piensa que el público cree que lo que hace no lo es en absoluto o porque el público se cree gourmet cuando lee dos palabras que no entiende?
(atentos al párrafo en el que dicen «El resultado final, como era obvio, se aleja en su apariencia tanto de la hamburguesa de Peña presentada en el programa como la de la foto, pero eso ya sabemos que es normal en este negocio»)
Although I appreciate that many people find Twitter to be valuable, I find it a truly awful way to exchange thoughts and ideas. It creates a mentally stunted world in which the most complicated thought you can think is one sentence long. It’s a cacophony of people shouting their thoughts into the abyss without listening to what anyone else is saying. Logging on gives you a page full of little hand grenades: impossible-to-understand, context-free sentences that take five minutes of research to unravel and which then turn out to be stupid, irrelevant, or pertaining to the television series Battlestar Galactica. I would write an essay describing why Twitter gives me a headache and makes me fear for the future of humanity, but it doesn’t deserve more than 140 characters of explanation, and I’ve already spent 820.
Llevo muchos días dándole vueltas en la cabeza al amargo y triste relato de Versvs sobre la dificultad del pequeño sobre el grande o sobre las desilusiones del internet que ya no está. Casi tenía esa forma de dolor de estómago que te dejan las películas de Lars Von Trier.
Y no sabía qué decir. Supongo que esta mañana sí.
…las redes sociales están muy bien para los músicos independientes, pero dado que ahora ha cambiado el algoritmo de Facebook, lo que recomendamos es que los músicos comiencen a construir una base de datos de correos electrónicos, esa es la mejor manera para hacer la promoción de su música. Con Facebook ahora, aunque tengas 10.000 fans, para alcanzar a todos, tienes que pagar. Es mejor tener la base de datos directamente, aunque claro, para esto tienes que tener una página web tuya y mucha más infraestructura
La continuación es mucho más amarga: «Please comment below with things you find out and we will add it to the page«.
…un reportero es solo un portero (o portera) que viaja con gastos pagos…
Resulta que soy un spammer. Sí, han leído bien: lo soy.
Hoy he accedido con mi usuario de wikipedia – luego contaré por qué – y me he encontrado con un mensaje de este calibre:
The short window of time in which individuals could support themselves by blogging is closing rapidly.
Sobre un blogger que se retira que describe el entorno en un tono denominable melancolía realista. «Everything has been reduced to a small square photo on a phone. Attentions spans are now 140 characters long, sometimes as short as a video or a picture that self destructs in a few seconds. I have stood in a line at a coffee shop and watched as seven people in a row ordered something without looking up from their phone. The quick fix is king.«
El nuevo director de El Mundo:
Mi única agenda será la búsqueda de la verdad, la denuncia de la corrupción, la independencia de las instituciones, la regeneración de la democracia de España y la defensa del derecho de los ciudadanos a conocer cualquier información relevante para sus vidas
Y más adelante:
Uno seguirá siendo, en un despacho de la Avenida de San Luis o en Kabul, un simple periodista que mantiene intacto el idealismo de aquel becario que creía que el periodismo puede ayudar a mejorar las cosas.
En definitiva, política por otros medios. El periodismo sigue pretendiendo presentarse como una rama de la justicia (preferiblemente, poética) cuando no es más que la visión del mundo de personas que, además, esperan que deba ser obedecida sin presentarse a las elecciones.
Supongo que la tozudez para encontrar legitimidad moral para quienes matan en nombre del pueblo es inevitable. Es interesante que las justificaciones sean las mismas tanto si libras al mundo del holocausto químico que como si liberas al campesino oprimido:
En su opinión, ¿han cometido crímenes las FARC? Es una de las acusaciones que les hacen constantemente.
Si definimos la palabra crimen como el acto de atentar premeditadamente contra alguien o contra un grupo de civiles inocentes, la respuesta es no. Resulta impensable que una fuerza revolucionaria, con profundas raíces populares, con convicciones políticas e ideológicas, cuyo alzamiento tiene sus bases justamente en la defensa de la vida y la lucha por la justicia social para la clase desprotegida y reprimida por el Estado, vaya a atentar con intencionalidad en contra de la población no combatiente e indefensa, y que además está al margen de la confrontación militar.
La palabra crimen tiene definiciones subjetivas y de variada interpretación, pero desde el punto de vista de la guerra en la que estamos inmersos, en la que las Fuerzas militares ubican sus bases, puestos y guarniciones en medio de la población civil, en clara intención de escudarse en ella, es inevitable que resulten personas afectadas en los choques armados, pero es evidente que las FARC son respetuosas con la vida e integridad de los civiles, incluso con el enemigo rendido en combate como he señalado anteriormente. Aunque no se puede negar que se producen errores dentro de la dinámica de la guerra y en los niveles ha que la ha llevado el Estado colombiano. Tengamos en cuenta que es un conflicto armado que lleva décadas.
Esta prevalencia del derecho como eje del debate es, por tanto, un factor empobrecedor de nuestro debate público: afecta a la elección de temas a afrontar, a la manera en que los afrontamos y a cómo los resolvemos, introduciendo una distorsión de la que nos debemos librar.
Jorge Galindo se refiere más concretamente a la legislación laboral para elevarse hacia un sistema político con exceso de abogados en sus filas («quizás la abundancia de personas formadas en Derecho tenga algo que ver con esta situación«) y con la preponderancia de funcionarios públicos en medio de una «excesiva pasión reglamentista de nuestros políticos (de cualquier color) que intentan solucionar cualquier problema con una nueva norma«.
Nosotros descendemos esta discusión al caso concreto de los debates sobre la propiedad intelectual: la tesis es que sobran abogados y faltan economistas y filósofos pues, en palabras de Galindo y como sucede para el caso de esos derechos de presuntos autores tan puestos a prueba el debate «lleva décadas girando en torno a los derechos en lugar de hablar de intereses e incentivos».
Pues eso.
En un acto verdaderametne incomprensible, soy candidato de Podemos. Y contribuyo a la imagen del país recordando que nada, nada, como un sombrero cordobés a tiempo.
@No se Tuitear: Criaturas de Dios, no olvidéis que detrás de todo régimen autoritario hay pendejos que lo defienden, a capa y espada, y con mala ortografía.
¿Los herederos de Bob Marley se apresurarán a cubrir toda posible contigencia legal para que el nombre del mito rasta haga -más- millonarios a los sucesores? Si no lo son, lástima por ellos, porque el momento puede haber llegado.
Como reguero de pólvora (ahora decimos viral) se extiende el anuncio de que Willie Nelson abre su distribuuidora minorista de marihuana en estados donde es legal y le pone su nombre: Willie’s Reserve. Hay un tono gourmet en la elección, confirmando la respetabilidad de la anteriormente proscrita y delincuencial cannabis sativa.
Sí, sabíamos que la marihuana es un mercado en busca de una marca, ahora la cuestión es si son músicos y otros héroes los que pueden dar el valor decisivo para que termine comprándolo Procter & Gamble.
No sirve de gran cosa llorar por la leche derramada pero conviene aprender algo y pedir músculo a la sociedad civil para que el Estado no sea una agencia clientelar.
Resulta que los rescates a la minería son superiores al rescate de Bankia.
En el momento del asesinato de Rodrigo Lara su hijo jura matar a los responsables. Tenía ocho años. En el momento del abatimiento de Pablo Escobar, autor intelectual del asesinato de Rodrigo Lara, su hijo de dieciséis años jura vengar su muerte.
Mientras la viuda de Pablo Escobar negocia su tranquilidad traspasando las propiedades del antiguo jefe del cartel de Medellin a los vencedores de la guerra de los narcos y el estado contra El Patrón, tiene que convencer a los capos del cartel de Cali que no maten a su hijo: esperan que el muchacho se organice lo suficiente para vengar al padre.
Años más tarde, y gracias a un documentalista, Sebastián Marroquín, el nuevo nombre del descendiente de Escobar, decide escribir a los hijos de los fallecidos por las balas de su padre Rodrigo Lara y Luis Carlos Galán. El ejercicio emocional es intenso pero, esencialmente, todos concurren en que su primera reacción no tiene sentido.
El meme, estaba ahí.
La legalización del consumo recreativo en Alaska trae consigo información sobre precios de mayorista (ejem: ¿puede esto ser un gángster de altura?) en ese estado (2.500 a 4.000 dólares) frente a los 200 por libra en El Paso, Texas.
…si ese error terrible se convierte en una historia y cae en manos de un periodista, esa persona debería aspirar a que ese profesional cuente su verdadera historia. No la que todo el mundo está esperando leer, esa llena de sangre, lágrimas y un castigo brutal.
Las loas al periodismo hecho como es debido forman parte de la espiral nostálgica (quizá ensoñadora) con la que el periodismo se rodea a sí mismo. Lo que no perciben es que en su propio relato lo que evidencia es que ese buen hacer es, por norma, algo excepcional y no inherente al periodismo como oficio, sino a la categoría del individuo. Sigo afirmando que el periodismo entendido como rol social es una anomalía histórica.