Criticidades

04/03/2020. El pulso por debajo de sesenta las dos veces que me tomo la tensión. ¿Cómo puede ser? Tengo ganas de salir a correr. Para huir no, para trotar.

Yes, the plague, like abstraction, was monotonous.

Camus, La Peste

Sábado, domingo, lunes, todo es igual. La diferencia es que aplazas discutir una presentación de veinte páginas a la semana que viene por ortodoxia, pero qué más daría: el interlocutor está también sentado en casa y le cambio sin problemas el rato de trabajo de hoy por más novela el lunes.

No es fácil, ya sabes. Aute fallece, y lo sientes como si media generación o más criada en la posguerra se estuviera yendo por la alcantarilla, jubilada, enferma y escondida de la peste. Un hombre que se va a la tumba pudiendo decir que llenó su vida de cosas interesantes. «Amante del amor y la belleza», dice un obituario: ¿pueden decirse mejores cosas después de muerto?. Sus cenizas, rosas en el mar. De nosotros, la generación de los hijos de los hijos de la posguerra, hay quienes dicen que hemos sido apartados de todo. Llegué a escucharle a una joven empoderada su incredulidad por no saber qué hacer con toda esa gente que fuimos educados en la Transición por nuestra mentalidad, dizque desfasada e incapaz. Carechimba, gonorrea, qué sabras tú, que no has visto un fax ni leído a Góngora. Que te limpias el culo con toallitas húmedas mientras trinas por el planeta. Que no soportas el ritmo de una película en blanco y negro y no distingues cuando versionan a los Beatles.

 

Salidas: al balcón.

Caídos: sin novedad.

 

Este artículo fue publicado el sábado, 4 abril 2020 a las 23:55 y archivado en Diario de la Peste. Puede seguir los comentarios de esta entrada a través del RSS 2.0. Tanto los Comentarios como los Trackbacks han sido desactivados.